By Deacon Ken and Marie Finn
ANTES DE COMENZAR:
Ora y pidele a Dios que te hable a través de Su Espíritu Santo. “EL ESPIRITU SANTO INTERPRETE, QUE EL PADRE LES ENVIARA EN MI NOMBRE, LES VA A ENSEÑAR TODAS LAS COSAS Y LES RECORDARA TODAS MIS PALABRAS.” (JUAN 14:26)
PRIMER DIA Vuelve a leer las lecturas de la semana pasada.
- ¿Cuál fue el mensaje qué recibiste de la homilia o de las lecturas que oiste en misa el domingo?
- ¿De lo que aprendiste, qué escogiste para aplicar a tu vida esta semana?
SEGUNDO DIA LEE ISAIAS 35:4-7 PRIMERA LECTURA
(“Calma, no tengan miedo!”)
- ¿Qué se les dice a los que están asustados? Isaías 35:4
- ¿Qué ha venido Dios a hacer por ti? Isaías 35:4
- ¿Por qué no debes tener miedo? Isaías 41:10
- ¿Adónde consigues tu fortaleza? Efesios 6:10
- ¿Qué pasará con los ciegos y los sordos cuando Dios venga? Isaías 35:5
- ¿Qué pasará con los cojos y los mudos? Isaías 35:6
- ¿Cuál fue el mensaje de Jesús para Juan? Mateo 11:4-5
- ¿Qué hizo Jesús cuando se le acercó la gente y cuál fue su reacción? Mateo 15:29-31
- ¿Qué le sucederá a los desiertos y a la tierra ardiente? Isaías 35:7
- ¿A quién le dará hogar? Salmo 68:7
Personal – ¿Qué dices a tu amigo o familiar cuando éste se encuentra con miedo? ¿Qué puedes decir o hacer cuando tienes miedo de acuerdo con la escritura de este pasaje?
TERCER DIA LEE SANTIAGO 2:1-5 SEGUNDA LECTURA
(“Si realmente creen en nuestro glorioso Señor Cristo Jesús,
no hagan diferencia entre las personas.”)
- ¿Qué has de evitar entre las personas? Santiago 2:1
- ¿Qué es lo que Dios no hace? Hechos 10:34
- ¿Cómo estás actuando cuando pones atención al que usa ropas finas y no al que tiene ropas viejas?
Santiago 2:2-4
- ¿Cómo debes de juzgar? Juan 7:24
- ¿A quién escogió el Señor para ser rico en la fe? Santiago 2:5
- ¿A quién escogió para avergonzar al fuerte y al sabio? 1 Corintios 1:27-29
- ¿Quién te escogió y para qué? Juan 15:16
- ¿Qué prometió Dios a los que le aman? Santiago 1:12, 2:5
- ¿Cómo compruebas tu amor por Dios? 1 Juan 4:20-21
- ¿Qué tienen en común el rico y el pobre? Proverbios 22:2
Personal – Cuando estás en una reunión, ¿con quién prefieres estar? Reflexiónalo. Sé honesto y si es necesario arrepiéntete.
CUARTO DIA LEE MARCOS 7:31-37 EVANGELIO
(“Enseguida se le destaparon los oídos, desapareció el defecto
de la lengua y el hombre comenzó a hablar correctamente.”)
- ¿A dónde fue Jesús y qué le pasaba al hombre que le presentaron? Marcos 7:31-32
- ¿Qué pidió la gente a Jesús que hiciera con él? Marcos 7:32
- ¿A dónde llevó Jesús a este hombre y qué hizo? Marcos 7:33
- ¿Hacia dónde miró Jesús y qué dijo? Marcos 7:34
- ¿Cuando Jesús levantó Sus ojos, qué dijo? Juan 11:41
- ¿Qué le pasó a ese hombre y cuánto tiempo se necesitó para que esto sucediera? Marcos 7:35
- ¿Qué dijo Jesús que harían aquéllos que creyeran en El? Juan 14:12
- ¿Qué le ordenó Jesús a la gente que no hiciera y cómo respondieron? Marcos 7:36
- ¿Por qué estaba la gente tan entusiasmada? Marcos 7:37
- ¿Qué hacia la gente cuando veía que los mudos hablaban, los cojos andaban y los ciegos veían?
Mateo 15:31
Personal – ¿Cómo puedes demostrar fe en alguien que ha sido sanado entre los que conoces? ¿Qué puedes hacer que sea diferente a lo que ya has hecho? ¿Cómo puedes ser un instrumento para otros glorificando a Dios?
QUINTO DIA LEE SALMO 146:7-10
(“El Señor libra de sus cadenas a los presos,”)
Leé y medita el Salmo 146:7-10.
¿Qué te dice personalmente el Señor a través de este Salmo?
¿Cómo puedes aplicar esto a tu vida diaria?
SEXTO DIA LEE TODO EL COMENTARIO
ISAIAS 35:4-7
Este pasaje está lleno de una enorme esperanza para todos nosotros tanto hoy como lo fue en los tiempos de Isaías. Es el mensaje de que los inválidos del Señor estarán sanos otra vez. Este capítulo es una pintura hermosa de lo que será el reino final en el que Dios establecerá Su justicia y destruirá todo lo malo.
Isaías hablaba de un tiempo en el que Dios juzgará a toda la gente por sus acciones y en el capítulo 35, nos habla de cuando la vida será por fin pacífica. Los tiempos de desierto en nuestras vidas se cambiaran en manantiales con el agua que da la vida, Jesucristo. (Juan 4:10)
A la gente en el capítulo de hoy se le animaba a no perder la esperanza pues pronto un mesías los salvaría de la esclavitud. Pronto se reunirían con sus familias y los prisioneros serían sacados de las prisiones y podrían irse a su casa. Ellos alabarían a Dios por Su protección y providencia. Los enfermos serían curados y los paralíticos podrían caminar. Los ciegos podrían ver y los mudos podrían gritar y reir con alegría. Sin embargo en medio de todo este furor y alabanza había una advertencia y era que los rebeldes serían dejados en un estado de angustia.
Hoy vemos como esa profesía se hace realidad en la presencia de Jesucristo. El ha dejado libres a los cautivos y ha dado la vista a los ciegos. Ha liberado a la humanidad de la obscuridad de la muerte y nos ha dado a todos el increíble regalo de poder verlo en toda Su brillante luz del amor. Jesús ha venido y ha cargado con nuestras enfermedades y nuestras iniquidades. (Mateo 8:17). Nos ha sanado a través de Su muerte y resurrección. Nosotros no tenemos que mirar y esperar al futuro para tener ayuda. La tenemos ya en nuestra posesión. Tenemos dentro de nosotros al Espíritu Santo y El es más grande que cualquier otro espíritu del mundo (1 Juan 4:4). Jesús es quien nos sana, es nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro. El es El Señor.
SANTIAGO 2:1-5
Santiago nos habla de que comprometerse es una parte esencial de la fe. No podemos ser Cristianos nada mas siguiendo las leyes de una doctrina o estando de acuerdo con una declaración bíblica. Debemos comprometer nuestra mente y corazón a Cristo. Las buenas obras son la evidencia de una fe verdadera, son la esencia de aquél que dice “Amen.” Son los trabajos del creyente. No hacemos cosas buenas para volvernos buenos. Las hacemos por la bondad que hay dentro de nosotros (1 Juan 4:4). Un Cristiano verdadero tendrá un cambio de vida. La fe sin buenas obras no sirve de nada, es inútil (Santiago 2:14-17).
Pablo declara firmemente que el propósito de la fe es traer la salvación. También nos revela que el resultado de la fe es el cambio de vida. Santiago previene a los que lo oyen para que eviten la parcialidad. Enfatiza que los pobres son objeto especial del cuidado de Dios. Un error común de hoy día entre Cristianos es tratar al bien vestido, al que impresiona mas, mejor que al que se ve pobre. Esto sucede por que mucha gente prefiere identificarse con la gente exitosa mas que con los aparentemente fracasados. Muchos de los ricos y exitosos encuentran difícil identificarse con el Señor Jesús quien vino como un humilde servidor.
Necesitamos preguntarnos a nosotros mismos una abrupta pregunta. ¿Somos parciales con los “exitosos” ignorando los posiblemente fracasados? Eso se llama pecado de prejuicio. Dios ve a toda la gente como iguales y si ciertamente El tiene favoritos esos son los pobres e impotentes. Debemos darnos cuenta del error de juzgar a una persona por su nivel económico, sus logros profesionales o sus riquezas. Puede ser que la persona haya tenido la fortuna de haber nacido en una familia rica y poderosa. Debemos asegurarnos de no buscar a las personas únicamente por su dinero.
Santiago habla con énfasis de ayudar a los pobres. Muchas veces quiza tontamente asumimos que debido a que algunos tienen riquezas y poder pueden cambiar las circunstancias de lo que sucede. Recordemos que una de las más grandes barreras para la salvación de los ricos es el orgullo. Para los pobres es el rencor. No asumamos nunca que el pobre irá al cielo automáticamente y que el rico irá al infierno. Sin embargo el pobre usualmente se da mas cuenta de su falta de poder y usualmente está mas abierto a darse cuenta de su necesidad de Jesucristo.
MARCOS 7:31-37
El pasaje del evangelio de hoy tiene lugar cuando Jesús entra en el territorio alrededor del Mar de Galilea. Este largo viaje juntos, fue muy valioso para formar un lazo de unión entre todos ellos cuando se aproximaba el final del corto tiempo del ministerio de Jesús.
La gente le trajo a Jesús a un hombre que no podía ni hablar, ni oir y El estando muy consciente de la dignidad de ese hombre, lo lleva lejos de la muchedumbre curiosa, y le impone las manos y lo sana. La curación fue hecha a petición de amigos desconocidos, y fue lo que hoy se llama un “milagro de acción.” Jesús hizo lo que muchos Griegos y Hebreos que curaban hacían en esos tiempos, o sea usar la saliva. El inmediatamente estableció contacto con los órganos dañados, miró hacia arriba en oración y murmuró un mandato. Jesús usó una palabra en Arameo, “Effeta,” que significa abrir y los oídos del hombre fueron abiertos al instante. Jesús puso Su mano en los oídos del hombre y tocó su lengua con saliva. La costumbre en esos tiempos permitía a la saliva tener poderes curativos. Jesús no consideraba a este hombre como un caso nada mas, lo consideraba como un individuo y le estaba curando tanto por adentro como por fuera. Marcos dice que los mirones estaban sorprendidos de lo que habían visto. Estaban realmente ciertos y tan sorprendidos que recordaban las señales de los últimos tiempos de los que Isaías hablaba (Isaías 35:5).
Hoy día Jesús continúa sanando los corazones rotos, las mentes, los cuerpos y los espíritus de toda la gente. El sigue trayendo la salvación a todos los que lo buscan en sus horas de dolor y obscuridad. Jesús había hecho todo muy bien y quiere sanarte para la eternidad. Permítele venir a tu vida hoy mismo y sanarte de lo que te está estorbando. Jesús está trayendo nuevamente, aún hoy día, la belleza de Dios al mundo que el pecado del hombre ha deformado.
Aplicación
La primera lectura nos habla de la “Buena Nueva,” del mensaje de “Esperanza.” La segunda lectura muestra que la fe sin obras es inútil. El Evangelio revela que Jesús sana imponiendo su mano con gentileza.
Esta semana permite que tu fe se haga visible a tu familia. Muéstrale a alguien de tu familia la parte de ti que reza, que leé las escrituras, que medita y que adora a Dios con alegría. Aún mejor invita algún familiar, amigo o compañero de trabajo a orar contigo o a ir a un servicio de adoración. Recuerda, Dios quiere sanar a otros a través de ti. Todo lo que tienes que hacer es estar disponible.