CUARTO DOMINGO DE CUARESMA – CICLO A

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CUARTO DOMINGO DE CUARESMA – CICLO A

ANTES DE COMENZAR:

Ora y pídele a Dios que te hable a través de Su Espíritu Santo. “EL ESPIRITU SANTO INTERPRETE, QUE EL PADRE LES ENVIARA EN MI NOMBRE, LES VA A ENSEÑAR TODAS LAS COSAS Y LES RECORDARA TODAS MIS PALABRAS.”  (JUAN 14:26)

 

PRIMER DIA  Vuelve a leer las lecturas de la semana pasada.

 

  1. ¿Cuál fue el mensaje qué recibiste de la homilía o de las lecturas que oíste en misa el domingo?

 

  1. ¿De lo que aprendiste, qué escogiste para aplicar a tu vida esta semana?

 

SEGUNDO DIA                           1 SAMUEL 16:1, 6-7, 10-13                  PRIMERA LECTURA

(“En presencia del Señor Dios, ungieron a David rey de Israel.”)

 

  1. ¿A quién le habló el Señor y quién era Samuel? 1 Samuel 16:1, 1 Samuel 1:19-22

 

  1. ¿A quién dijo el Señor que había rechazado como rey de Israel y a dónde mandó el Señor a Samuel y quién había sido escogido y de entre quienes? 1 Samuel 16:1

 

  1. ¿Cuándo llegaron, a quién vio Samuel y cuáles fueron sus pensamientos y quién era Eliab?

1 Samuel 16:6, 1 Samuel 17:13

 

  1. ¿Qué le dijo el Señor a Samuel, de acuerdo a qué ven los hombres las cosas, y dentro de qué mira Dios? 1 Samuel 16:7

 

  1. ¿Cuántos hijos le presentó Jesé a Samuel y cuantos tenía? 1 Samuel 16:10, y 1 Samuel        17:12

 

  1. ¿Qué le dijo Samuel a Jesé acerca de sus siete hijos? ¿Qué le preguntó Samuel y que respondió Jesé?  1 Samuel 16:10-11

 

  1. ¿Qué estaba haciendo el hijo menor cuando Jesé mandó por él? 1 Samuel 16:11

 

  1. ¿Cuando Jesé lo mandó traer y él vino, cómo estaba vestido y qué dijo el Señor?  1 Samuel 16:12

 

  1. ¿Qué hizo Samuel? 1 Samuel 16:13

 

  1. ¿Cuando él fue ungido con el aceite, qué llegó de pronto sobre él? 1 Samuel 16:13

 

Personal – ¿Has sido elegido (ungido) por el Señor para alguna tarea en especial?  En tu bautismo el Espíritu descendió sobre ti.  ¿Como has liberado el Espíritu que está dentro de ti?

 

TERCER DIA                                       EFESIOS 5:8-14                          SEGUNDA LECTURA

(“Levántate de entre los muertos y Cristo brillará en ti.”)

  1. ¿Qué somos en el Señor, y cómo debemos vivir? Efesios 5:8

 

  1. ¿Qué produce la luz? Efesios 5:9

 

  1. Llena los espacios: ________________ hallar todo lo que _____________ al _______________. Efesios 5:10

 

  1. ¿En qué no debemos tomar parte, y qué debemos hacer con ellos? Efesios 5:11

 

  1. ¿Qué pasa cuando mencionamos las cosas que la gente hace en secreto? Efesios 5:12

 

  1. ¿Qué pasa con los actos que son condenados? Efesios 5:13

 

  1. ¿Por eso es que leemos qué? Efesios 5:14, Isaías 60:1

 

Personal – Se nos manda no tomar parte en actos en vano hechos en secreto.  Examina tu consciencia. ¿Guardas en secreto algo que hiciste que no era correcto?  Pide al Espíritu Santo que te revele esto y lo traiga a la luz.  Recuerda, estamos llamados a vivir como hijos de la luz.

 

CUARTO DIA                                    JUAN 9:1-41                                                   EVANGELIO

(“el ciego fue, se lavó, y cuando volvió veía claramente”)

  1. ¿Qué vio Jesús cuando iba caminando? ¿Qué le pidieron los discípulos?  Juan 9:1-2

 

  1. ¿Jesús dijo que no tenía culpa el hombre ni sus padres, de que éste hubiera nacido ciego; ¿por qué motivo y cómo se refirió a Si mismo?  Juan 9:3-5

 

  1. ¿Qué hizo Jesús, qué le dijo al hombre que hiciera y cual fue el resultado? Juan 9:6-7

 

Personal – Cuando te habla el Señor y te pide hacer algo, ¿eres siempre obediente, aún cuando no te parezca práctico?  Piensa sobre esto.

 

  1. ¿Qué se preguntaban los vecinos y la gente que estaba acostumbrada a verlo pedir limosna, cuál era la confusión que tenían y qué dijo el hombre? Juan 9:8-9

 

  1. Mientras la gente interrogaba al hombre que había nacido ciego, ¿cuál era su respuesta, que hicieron luego, y cuando ocurrió esto? Juan 9:12-14

 

  1. ¿Cuál era la confusión entre ellos? ¿Cuando los fariseos se dirigieron al hombre ciego, que le preguntaron, que les contestó éste? Juan 9:15-17

 

  1. ¿Qué se rehusaron a creer los Judíos, y a quién mandaron llamar? Juan 9:18

 

  1. ¿Qué les preguntaron los Judíos a los padres del hombre y cuál fue la respuesta y porqué les temían a los Judíos? Juan 9:19-22

 

  1. La segunda vez que los Judíos llamaron al ciego de nacimiento, ¿qué le dijeron y qué les contestó él y de  quién dijeron que eran discípulos?  Juan 9:24-30

 

  1. ¿A quién dijeron que Dios escucha? Juan 9:31

 

  1. ¿Qué era lo que nunca se había oído y cuál era su duda? Juan 9:32-33

 

  1. ¿De qué acusaban al ciego de nacimiento y qué le hicieron? ¿Cuando Jesús oyó de su expulsión, qué hizo y qué preguntó?  Juan 9:34-35

 

  1. ¿Cuál fue su respuesta? ¿Qué le dijo Jesús a él?  ¿Cuál fue la respuesta del hombre y qué    hizo?    Juan 9:36-38

 

  1. ¿Qué dijo Jesús? ¿Cómo reaccionaron ante esto los fariseos y cuál fue la respuesta de         Jesús?   Juan 9:39-41

 

Personal – ¿En que forma se te han abierto los ojos para conocer que Jesús es el Hijo del Dios viviente? ¿Cómo te has doblegado, y adorado y alabado a Dios por su gran regalo?  Toma un tiempo para agradecer y venerarlo ahora mismo donde estás.

 

QUINTO DIA                                   LEE EL SALMO 23:1-6

(“El Señor es mi pastor, nada me falta.”)

Lee y medita en el Salmo 23:1-6.

 

¿Qué te dice personalmente el Señor por medio de este Salmo?

 

¿Cómo puedes aplicar esto a tu vida diaria?

 

SEXTO DIA                               LEE TODO EL COMENTARIO

1 SAMUEL 16:1, 6-7, 10-13

             El Señor dijo a Samuel: “No mires su apariencia ni su gran estatura, porque lo he descartado. Pues el hombre mira las apariencias, pero Yavé mira el corazón” (1 Samuel 16:7).  Saúl era un rey alto y bien parecido, y Samuel puede haber estado buscando a alguien de apariencia impresionante, sin embargo Dios lo previene de juzgar de acuerdo a las apariencias.

             ¿Cuántas veces juzgamos hoy en día a los demás por las apariencias?  ¿A cuántas personas se les ha negado trabajo o asilo porque lucen diferentes?  La diferencia puede ser en su manera de vestir o hasta el color de su piel.  El Señor le dice a Samuel que Dios juzga por el carácter, no por la apariencia.

            Dios nos ve a todos con el corazón, no con los ojos. Sabe lo que traemos por dentro y por lo tanto, solamente El es quien puede juzgarnos adecuadamente.  Gastamos una gran cantidad de tiempo manteniendo nuestra apariencia.  Deberíamos dedicar más tiempo a desarrollar nuestro carácter interior.  Podemos hacer esto pasando más tiempo a solas con el Señor orando y meditando con El.

             Podemos mejorar nuestra persona por medio de la lectura, estudio y viviendo la santa Palabra de Dios. Todo mundo puede ver tu cara, pero solamente tú y Dios saben como es tu corazón.  ¿Cuál es tu parte más atractiva?  Es bueno para nosotros reflexionar en el hecho de que Saúl fue el primer rey de Israel y era muy popular (1030 A.D.) pero ofendió a Dios y fue castigado quitándole el reinado tanto a él como a sus descendientes.  Samuel escogió a un simple pastorcito para llegar a ser el rey de Israel.  El ungió a David con aceite de oliva.  El ungimiento significaba que ellos eran representantes de Dios ahora investidos con un carácter sagrado.  Se convirtieron en los “ungidos de Dios”, y eran respetados por todos.  La selección de David, el menos probable de los hijos de Jesé es una fuerte lección de humildad que nos ayuda a ver nuestras limitaciones.

                                                                 EFESIOS 5:8-14

            El pasaje de hoy nos está llamando no solo para ser hijos de la luz, sino también a vivir como hijos de la luz. La luz de Cristo que brilla en nosotros deberá ser la luz que ilumine a otros en su propia oscuridad hacía el mundo de la luz.  La manera como vivimos es un testimonio directo de que es lo que creemos realmente.  La moralidad de la vida cristiana necesita ser el reflejo del amor y caridad de Dios.  Jesús nos llama a ser, más que a hacerlo que nos dijo en el Sermón de la Montaña (Mat. 5:1-12).

             Tu ejemplo de como debe ser un cristiano, no va a hacer sentir peor a quien está en la oscuridad y desolado. Más bien, los animará para buscar el mismo camino de la luz de Cristo.  Cristo pide de sus “guerreros” que hagamos algo más que evitar acciones malas.  El nos está llamando a exponerlas y rechazarlas.  Muchas veces al quedarnos en silencio durante un chiste obsceno, una película inmoral o pláticas impropias, damos nuestra aprobación a ellos.

             Dios quiere que tomemos una posición firme por lo que es recto.  Tú estás llamado a hablar amorosamente lo que está bien y correcto.  Hoy en día, muchos de los males tales como películas prohibidas, pornografía, sexo libre drogadicción e inmoralidad, son una realidad por la actitud de: “Hay que dejarlos hacer lo que quieran, mientras no me afecten.”  Esta actitud ha envenenado a muchos países, y el resultado ha sido la anarquía y la violencia, bases del ateismo moderno.  Jesús nos dice que El es la luz del mundo y que si le seguimos no caeremos en la oscuridad (Juan 8:12).

            Necesitamos reflexionar en el pasaje de hoy.  Pablo escribió a un grupo de gente que vivía en un lugar muy mundano.  El sabía que muchos estaban siendo tentados a volver a su forma de vida anterior de pecado.  Su mensaje para ellos, es transparente para nosotros que solo viviendo como hijos de la Luz podremos ser totalmente libres (Juan 8:32).

                                                                    JUAN 9:1-41

             Esta historia del Evangelio verdaderamente trae a casa que “Jesús es la Luz del mundo”.  Los fariseos estaban en oposición a Jesús desde el inicio de su vida pública.  El predicaba amor, compasión y perdón; y aún más, comía con publicanos y pecadores que se consideraban indeseados de esa sociedad.  Se estaba volviendo muy popular porque no era legalista sino un amante compasivo con la gente; los oprimidos, pobres y desamparados se unían y lo seguían, porque veían en Su corazón y no estaban ciegos como los fariseos.  Los fariseos veían primero la ley y luego el poder y riqueza de la persona.  Ellos estaban “legalmente ciegos” en el área de amor, compasión y justicia.

             La historia del Evangelio de hoy es una historia de amor, fe, orgullo y prejuicio.  El ciego había nacido así y no sabía como ni por qué había sido sanado, pero sabía que ahora podía ver.  El creía en el hombre que le había dado la vista y compartía su fe en El.

             El amor de Jesús era tan fuerte que, aún conociendo de antemano la oposición que lo esperaba para atraparlo, el deseo de hacer al hombre libre era más fuerte.  No solo le dio la luz del cuerpo (vista), sino también le dio la Luz de la Fe.  Los fariseos trataron inútilmente de desacreditar, tanto el hombre como a Jesús.  Su orgullo y falta total de humildad los llevó a tener una actitud de prejuicio atribuyéndole el milagro a Satanás.  Los fariseos llegaron tan lejos como a excomulgar al hombre de la comunidad.

            La pregunta que debemos responder hoy es: ¿Todavía nos rehusamos a ver la verdad de la revelación divina traídas al cumplimiento total por medio de las enseñanzas de Jesucristo?  ¿Estamos todavía cegados por el orgullo y los prejuicios habituales y culturales?

            Cristo es “la Luz del mundo” de quien los fariseos y sus seguidores y muchos hoy en día cierran sus ojos.  Tú estás llamado a ser la luz del mundo, una ciudad llena de luz para que todos la vean.

             ¡No escondas tu luz!  Deja que tus acciones buenas iluminen a todos para que todos alaben a nuestro Padre celestial (Mat. 5:14-15).  Recuerda, es mucho mejor alumbrar una luz que maldecir la oscuridad.

Aplicación

            Las lecturas de hoy nos muestran el poder de los escogidos por Dios, así como nuestra respuesta.  Eso lo vemos en la primera lectura.  Pablo nos dice que estamos llamados a ser la luz del mundo.  Vemos en el Evangelio que muchos siguieron con una ceguera más oscura que la simple perdida de la vista.  Jesús nos muestra que El puede curar y nos puede hacer faros en la oscuridad.

             Esta semana, habla fuerte cuando oigas que no se está diciendo la verdad.  No te dejes llevar por la demás gente.  Sé tu mismo.  Tampoco dejes que las conversaciones impropias o acciones pecaminosas o la mentira apaguen tu luz.  Responde a las necesidades de los demás.  Sé un faro de verdad y no dejes en la oscuridad al resto del mundo.

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